Desde un punto desconocido del Mediterráneo, Alejandro Ruetter Fridman, activista y tripulante del Gernika nos hace llegar hace pocas horas a Rompiendo Muros un texto que ponemos a disposición de todos nuestros lectores en España y en Latinoamérica.
Desde el barco Gernika a la ciudad de Gernika
A punto ya de zarpar para Gaza, las pasajeras y pasajeros del barco Gernika, componente de la Flotilla de la Libertad II-Seguimos Siendo Humanos-, queremos hacer llegar nuestra voz para recordar los motivos por los que nos encontramos aquí.
Desde 2006, el Estado de Israel viene sometiendo a la Franja de Gaza a un despiadado bloqueo que impide, entre otras cosas, la reconstrucción de las casas y escuelas destruídas por los bombardeos impunes de Diciembre de 2008 y Enero de 2009. Este bloqueo, hipócritamente suavizado tras el asalto mortal al Mavi Marmara en mayo del año pasado, mantiene a la población palestina completamente a merced de su verdugo, que demuestra así su desprecio por la legalidad internacional y por los más elementales derechos humanos.
La Flotilla de la Libertad II, prolongación de la primera, anticipo de las nuevas Flotillas que saldrán año tras año mientras duren las violaciones israelíes, se propone hacer llegar a Gaza una ayuda material muy necesaria, que en todo caso sabemos insuficiente, dada la magnitud de la catástrofe humanitaria inducida en la que viven sus habitantes. Pero precisamente por esto, al embarcarnos en el Gernika, nuestro propósito es también abiertamente político y tiene que ver con la necesidad de denunciar al mismo tiempo los crímenes de Israel y la impunidad de la que goza.
Mientras la Flotilla es apoyada por la abrumadora mayoría de los pueblos del mundo, Israel es apoyado por una buena parte de los gobiernos, notoriamente los de EEUU y la UE, y de manera destacada el gobierno español. Pero la fuerza democrática de las mayorías comienza a imponerse sobre la fuerza mediática y militar de los gobiernos.
En este sentido, mientras presiones, amenazas y sabotajes se ciernen sobre los distintos botes y barcos, es importante subrayar el éxito ya conseguido incluso antes de embarcar. Al apoyo recibido por parte de todos los pueblos y ciudadanas y ciudadanos del mundo, hay que añadir el nerviosismo del Estado israelí y de sus aliados, así como las firmes declaraciones de algunos gobiernos que se manifiestan abiertamente contrarios al previsible asalto del ejército hebreo.
El barco Gernika saldrá contra todos los obstáculos; el barco Gernika lleva saliendo desde hace un año, y perforando el bloqueo, si no rompiéndolo, desde el mismo momento en que se puso en marcha el proyecto.
No es casual -para terminar- que se haya escogido para nuestro bote el nombre de la ciudad bombardeada por el fascismo hace casi 75 años. Gernika y Gaza, Gaza y Gernika, hermanadas en la desgracia, hermanadas ahora en la lucha por los derechos de los pueblos y muy pronto hermanadas también en una vida digna de paz y justicia colectiva.
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