Road to Hope: Egipto entrega una lista de 7 integrantes a los que no permitirán ingresar

Por Héctor Farias Gonzalez

Héctor Farias Gonzalez

Acabamos de tener una reunión que esperamos sea la ultima en tierra Libia, en la que nos acaban de informar que 7 compañeros mas del convoy van a tener que regresarse porque Egipto les prohíbe el ingreso.

De solo ver quienes fueron marcados de entre los pocos que aun quedamos, no nos queda otra alternativa que explicar ese brutal gesto desde la pura arbitrariedad no exenta de una buena cuota de perversidad.

Ellos son Tom Baker el musico de irlanda, Aquib casi un adolescente de Inglaterra, Laura Stuart e Ibrahim tambien ingleses que son ambos sobrevivientes del Mavi Marmara, Richard el mago galés que reunió peso a peso para comprar su vehiculo y llenarlo de juguetes para llevarselo a los niños palestinos, Inaa un joven irlandes y finalmente Waseem otro ingles descendiente de paquistaníes.

Richard el mago galés

No bien se leyo la lista enviada por el embajador se produjo un silencio demoledor, solo roto para escuchar a Richard decir que por favor alguien recoja su Bus y lo lleve a los niños en su nombre, y en menos de 5 minutos tanto el como Laura están prestos a subir a un taxi que los lleve a Trípoli para encontrar un avión que los lleve de regreso.

De esa manera se toman las decisiones rápidamente para que duelan menos y para no perturbar emocionalmente a los que quedan. Rápida e higiénicamente del mismo modo en el que se regresaron los otros 100 compañeros que tuvieron que volver antes a sus países repitiendo todos ellos el silencioso ritual de la partida sin despedidas.

Pero esta vez algo cambio, esta vez no pudimos bajar la mirada, esta vez no. No ahora, a tan solo un par de días de llegar a Gaza. No ahora, despues de haber parido a una especie de familia en el camino. No ahora, porque abortar tanto sentimiento bien ganado ni se puede ni se debe. No ahora, porque además en esta asexuada sala del aeropuerto de Bengazi muchos de nosotros necesitábamos llorar, llorar por los muchos que se fueron, todos juntos recordados ahora, y por los que nos esperan en Gaza y sufren día a día y son la razón de nuestra esperanza.

Y porque no, también llorar por los 28 que quedamos y los tres que esperan en un barco y en el mar por nuestra llegada. Una hora después escribo esto, lavado de dolores y listo como los demás para terminar nuestra tarea.

Mañana, nos dicen, por fin saldrá nuestro vuelo y podremos partir con rumbo a Gaza. Todas las vísperas están cargadas de signos el nuestro como se sabe es el de la esperanza.