Juliano Mer Khamis y Los niños de Arna

Mataron a Juliano. El poder del absurdo, la ignominia, el fanatismo, el negociado... el profundo temor y cobardía... lo mandó a matar. 

Lo mató el poder, ese mismo que no puede soportar a un libertario con un arma de destrucción masiva: el arte. 

Lo mató el poder, ese mismo que vio en Juliano a un revolucionario demasiado molesto y peligroso por haber documentado cruda y humanamente a la resistencia palestina frente al mundo, siempre ciego, sordo y mudo.

Lo mató el poder, ese mismo que se beneficia con la división del pueblo palestino en facciones artificialmente irreconciliables.

Quienes se preocupan por el que apretó el gatillo 5 veces acaso no logran ver a quién beneficia su martirio.

Sí. Juliano acaba de sumarse a los mártires de Jenin. Acaba de sumarse a esos niños y jóvenes, como Ashraf, como Yousef, como Ala, como tantos miles en palestina, que plasmó en su revolucionario documental presentado en 2002, Los niños de Arna, una auténtica obra de arte que emociona hasta las lágrimas



Quien quiera conocer a Juliano, a su madre Arna, a los niños y jóvenes palestinos de Jenin, a su legítima resistencia, a sus luchas contra el opresor y asesino ejército de Israel... tiene una cita ineludible con este documento que nos dejó Juliano.

El Teatro de la Libertad, no fue solo un teatro en Jenin. Fue una elección. Un camino profundo y bello hacia la libertad. Una forma más de resistir al asedio, al asesinato y a la limpieza étnica del Estado de Israel. Una resistencia más que exige justicia y paz como términos indivisibles. Porque en ello está la libertad. La misma que no es un fin, ni es una meta... sino un camino por el que se transita y se siente. Juliano y sus niños palestinos fueron libres.

Abstrayéndonos de la ignominia y la estulticia... podemos decir que Juliano ha vivido muy probablemente una vida más intensa, humana e interesante que la de la muchos de los que vivimos en este otro lado del mundo. Un mundo frívolo, consumista y absurdo...

Juliano nos decía cosas como éstas:

"Sólo espero que tras ver esta película (Los niños de Arna) todos vosotros recordéis que los suicidas y resistentes palestinos son personas con nombre y apellidos, con una historia trágica tras de sí. La próxima vez que en un telediario os informen sobre el último ataque suicida palestino en Israel, recordad a los chicos de Arna"

"El lugar elegido para construirlo (Teatro de la Libertad) es el centro del campo de refugiados más atacado de toda Cisjordania, el campo de refugiados de Jenin. Un lugar en el que hay más de 3.000 niños menores de 15 años afectados por el estrés post-traumático. Niños que se orinan encima con 12 años, niños que sólo saben relacionarse entre ellos mediante la violencia. Un lugar rodeado de alambradas eléctricas, un lugar del que sus habitantes no pueden entrar ni salir sin permiso de la autoridad militar israelí. Un lugar que necesita libertad y cordura"

"Estos ataques suicidas (uno de los niños de Arnan, llamado Ashraf, años más tarde en la Segunda Intifada) no tienen que ver con la cultura del islam, no es producto de la genética, es el resultado de un cambio político y social muy violento instalado por los israelíes en los territorios ocupados. Estos territorios no son Vietnam o Camboya, no hay montañas, no hay cerros, es como una pequeña jaula cubierta con helicópteros Apache, con tanques. La única forma para causar un daño al poderoso armamento israelí es mediante ataques de este tipo. Moralmente esto es imposible de aceptar, de entender, pero tienes que entender el estrés, la pobreza y la presión que viven los palestinos y si sientes esta presión desde adentro, puedes entender que muchos se enfrentan al dilema entre morir o ser un muerto viviente, muchos prefieren estar muertos que ser muertos vivientes"

"Muchas personas me han dicho que el proyecto de mi madre (Arnan) falló, pero eso no es cierto. Mi madre fue a Jenin, no como una judía que iba a ayudar a los palestinos, mi madre no es la madre Teresa, ella fue a Jenin como un ser humano que va a ayudar a otros seres humanos que viven bajo la ocupación, para ella la lucha de los palestinos era su lucha y se unió a la Intifada. Ella luchó por los niños en Jenin, ella creía que el conocimiento era la manera que les iba a dar herramientas a los niños para que pudieran conseguir la libertad. Quería brindarles conocimientos a los niños para que pelearan por sus derechos, para que se sintieran orgullosos, para que tuvieran educación y se sintieran libres, y estos niños se transformaron en líderes de la Intifada, y este hecho es un éxito de mi madre. Mi madre sostenía que había que "luchar para aprender y aprender para luchar", y eso es lo que mi madre hizo. Desafortunadamente, la mayoría de ellos murieron, pero pelearon por la libertad. Mi madre estaría orgullosa"

Manifestación en Ramala en memoria de Juliano

Juliano era demasiado peligroso para el poder y el fanatismo. Él poseía un arma absoluta en aquel Teatro de la Libertad. El pueblo palestino le llora, porque le amaba. Gracias, a estos héroes de carne y hueso, nunca reconocidos y admirados como se lo merecen. Entre tanta barbarie, personas como él y como Los niños de Arna... los resistentes palestinos... sus hijos... sus mártires... viven en la memoria por siempre.


Fernando Casares