Rumbo a Gaza es retenida y registrada por la Guardia Civil sin motivo aparente

El miércoles 20 de Abril (ayer) la Dirección de Rumbo a Gaza se reúne en Madrid con las autoridades del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para solicitar protección al barco con bandera española y ciudadanos españoles que formarán parte de la Flotilla de la Libertad II (que zarpará a finales de Mayo).

Esta es una medida que el coordinador de Rumbo a Gaza, Manuel Tapial, define como lógica y preventiva en función de los antecedentes acaecidos con la Flotilla de la Libertad el 31 de Mayo del pasado año y el asesinato de 9 activistas solidarios a manos de la marina israelí, que asaltó al barco turco Mavi Mármara en aguas internacionales.

"Nosotros entendemos que si vuelve a haber un asalto, volverá a haber víctimas mortales, y la mejor manera de evitarlo es que haya un posicionamiento claro por parte de nuestros respectivos gobiernos y por parte de la Unión Europea de que esta misión tiene que llegar a su destino y de que no puede haber un abordaje dado que el bloqueo a la Franja de Gaza es ilegal", declaró Manuel Tapial.

El Ministerio prometió elevar esta solicitud a la Canciller Trinidad Jiménez, abrir un canal de comunicación directo y volver a reunirse después del 10 de Mayo.

Intimidaciones y espionaje

"Israel ha hecho público en diferentes medios de comunicación que están espiando a los miembros de la flotilla. Y no descartamos que haya operaciones encubiertas contra activistas de la Flotilla", declaró en rueda de prensa Manuel Tapial mencionando al activista italiano propalestino Vittorio Arrigoni, secuestrado y asesinado la semana pasada en Gaza.

Y curiosamente al día siguiente 3 miembros de Rumbo a Gaza y el presidente de la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría, Manuel Espinar Añonuevo, son retenidos, cacheados y registrados por la Guardia Civil a las afueras del Centro Comercial Equinoccio en Majadahonda por más de 1 hora y sin motivo aparente.

Comunicado oficial sobre los hechos ocurridos

Denuncia ante los juzgados de Madrid de la retención y registro de los coches de un grupo de trabajo de Madrid Rumbo a Gaza.

Hoy día 21 a las 13 horas teníamos una reunión en un café de un Centro Comercial de Majadahonda, Yo Manuel Espinar, coordinador de la Campaña en Madrid con Asun, Patricia y Borja para tratar los eventos culturales pendientes para el mes de Mayo de la Campaña en Madrid. Al finalizar la reunión, yo salí el primero, pues ellos se quedaron todavía tomando algo.

Al dirigirme hacia la salida del pueblo en dirección de la M50, dos coches de la guardia civil me ordenaron parar. Colocaron uno delante y otro detrás. Me piden la documentación mía y del coche. Se dirigen hacia la radio de su coche a comprobar mis datos, así lo entendí yo. Vuelve el agente y me dicen que baje de la furgoneta y que les entregue las llaves de ella. Y me alejan un poco del coche. En ese momento yo me presento y digo que sí han comprobado que soy el del DNI, deben saber que ayer estuve en una reunión en el Ministerio de Asuntos exteriores y que soy el portavoz de la Flotilla de la Libertad y de Rumbo a Gaza. No me responden nada, pero en ese momento veo que empiezan a sacar de mi cartera mis papeles personales, agendas y notas relacionadas con la reunión que habíamos tenido de la Campaña Rumbo a Gaza. Entonces les digo que no veo ninguna razón para que registren mis papeles personales y menos que les estén haciendo fotos. Entonces me apartan más de la furgoneta y me llevan hasta el portón de su coche delantero. Donde me dicen que saque todo lo que llevaba en los bolsillos, llaves, dinero, teléfonos, billetera con mis tarjetas incluidas, y lo ponga en el maletero del coche de la guardia civil. Me registran de arriba abajo. Y veo como mi billetera y los teléfonos se lo llevan hacia el coche de atrás, donde iba y venía un agente de paisano, que al parecer es el que daba las órdenes.

Todos mis papeles personales, cartera, guía de teléfonos, direcciones, teléfonos móviles y papeles de la Campaña Rumbo a Gaza han sido manipulados por ellos, lejos de mi presencia. Durante una hora han estado en el interior de mi furgoneta, estando yo también alejado de ella.

En ningún momento se han identificado y tampoco me han dado ninguna razón de su comportamiento.

Es inadmisible que una vez conocida mi identidad, me cacheasen, tomasen fotos de mis agendas personales y documentos relacionados con la Asociación que presido. Hacía tiempo que no sentía tanta indefensión e impotencia.

Pero la sorpresa se ha transformado en alarma total, cuando al llegar a mi casa, me llama Asunción y me comenta que a ellos les estaban esperando también a la salida del centro comercial la guardia civil. Que les registraron todo el coche, sus cuerpos, miraron sus libretas y sus pertenencias personales. Que se negaron a dar sus números de identificación. Y que mientras a ellos les registraban, decían por teléfono que fotografiasen todo. Pero nuestros compañeros no vieron nunca una máquina de fotos. Las fotos se estaban haciendo en mi furgoneta.

Tenemos la sensación y casi la firmeza que nuestra reunión estaba siendo vigilada y que nos estaban esperando a la salida.

Estos han sido los hechos. Ocurridos a las 15 horas.

Ahora tenemos que reflexionar sobre nuestra seguridad y sobre todo de las tareas pendientes de la campaña.

Quizás, nunca podíamos pensar que la lucha en defensa de los derechos humanos para los palestinos, podrían poner tan nerviosos a nuestro gobierno. O quizás que nuestro gobierno podía estar tan sometido a Israel.

21 de abril de 2011.
Manuel Espinar Añonuevo

De Izq. a Der.: Manuel Espinar Añonuevo,
Manuel Tapial y Laura Arau a la salida del Ministerio

Ante estos hechos escandalosos por parte de las autoridades que en teoría nos deberían brindar protección, se nos antoja traer a la memoria aquella frase del científico y pensador del siglo XX, Albert Einstein, que sin duda se pueden ajustar a los acontecimientos relatados:

"Tú crees en un Dios que juega a los dados y yo creo en una ley y un orden completos en un mundo que existe objetivamente"

Nada parece darse por azar.


Fernando Casares
casares.fernando@gmail.com