Conversaciones de paz, facciones en pugna
Definir al poder y abordar su naturaleza es materia harto compleja y siempre sujeta a debate e interpretación. En su día ya varios teóricos del siglo XIX y XX lo han hecho con mayor o menor éxito (F. Nietzsche, A. Gramsci, R. Luxemburgo, M. Foucault, Parsons, J. Derrida, L. Althousser). En esta compleja naturaleza todos han aceptado una premisa básica: el poder no es una estructura monolítica. Es decir, dentro de lo que entendemos o llamamos poder existen diversas facciones que en determinadas ocasiones representan intereses contrapuestos y a menudo en pugna unos con otros. Por el contrario es una estructura heterogénea. Esto mismo existe en toda organización humana, institución, partido político, gobierno, tanto en ámbito público como privado.
Actualmente, y en concreto en estas nuevas conversaciones de paz entre Israel/Palestina, podemos abordar las mismas trazando paralelismos a la hora de la lectura de lo que venimos viendo, leyendo y escuchando. No sería erróneo afirmar que estamos ante facciones en pugna, pero ya no entre palestinos e israelíes, sino en el seno mismo del poder imperial.
Hace pocos días fuimos testigos de un hecho de importancia capital que esperemos se mantenga: Hamás y Fatah se han reunido en Siria para una reconciliación de la posición palestina. Lo que significa que la división entre ellas, siempre en beneficio y conveniencia del adversario, estaría por llegar a su fin (por lo menos durante estas nuevas negociaciones). Esto, a pesar de las diferencias entre estos dos movimientos políticos, es una noticia destacable y conveniente en torno a la causa y posición palestina.
Pero distinto panorama tenemos en la otra orilla. Desde hace unos días venimos presenciando una serie de discursos políticos representados por el presidente Obama y por el presidente Netanyahu. Lo que no se está diciendo es que detrás de esos discursos muy cercanos a la posición israelí en el caso de Obama, se pueden ver claramente facciones en pugna. Pero las mismas no logran verse nítidamente a través del discurso, sino de los gestos y las acciones. El último discurso de Obama en NNUU ha mostrado claramente estas dos facciones en pugna. Mientras el presidente Obama se acercaba públicamente a la posición israelí de manera incuestionable, a pesar de sus ligeros gestos a la posición palestina en cuanto a la extensión de la moratoria, la delegación de Israel se levantaba y se retiraba del recinto. Este acto, no lo suficientemente destacado en los medios, deja clara una diferencia sustancial en el seno de la posición israelí. ¿Por qué la delegación de Israel se levantó para no escuchar el discurso de Obama siendo que el mismo discurso tuvo un claro posicionamiento pro israelí desde una visión puramente palestina?
Esta es la pregunta que se deberá responder en los próximos días. Días que parecen estar escritos ya, entre otras cosas también, por las claras declaraciones del presidente palestino en relación al vencimiento de la moratoria sobre los asentamientos en Cisjordania: o la paz, o los asentamientos.
Sería inocente de nuestra parte afirmar que en el Imperio quien tiene el poder real es el máximo representante del poder político: el presidente. Tiempo hace que sabemos que no funciona así el poder, y que más a menudo de lo que parece, el mismo está en continua pugna entre diversas facciones de un mismo partido, cuando no de diferentes partidos para lograr una representación ciudadana y en concreto de sectores sociales con poder real (económico-financiero). En este escenario, no podemos olvidar las evidentes diferencias entre la Sra. Clinton (pro sionista) y el Sr. Obama muy presionado por el lobby sionista para la formación de su gabinete (incluida allí a Hillary).
¿Estára el presidente Obama más solo que Abbas?
Fernando Casares
Sin dar por por sentada mi opinión también manifiesto mis dudas que se han incrementado después de leer hoy el artículo de James Petras sobre el Imperialismo.
ResponderEliminarEl imperialismo de EEUU no tiene salida, si sigue con las guerras que le pide su aliado sionista se hunde su economía y el propio Imperio, así que no me extraña que haya voces, racionales, discordantes con la política que inició Bush después del 11 S
En cuanto a Abbas y Hamás ojalá fuese verdad la reconciliación que me parecería lógica además
Te enviaré un artículo que desmonta la posibilidad de que el Imperio yanqui se caiga. Antes harán caer al dólar y lo cambiarán 1 a 1 dentro de EEUU. El resto del mundo se tendrá que buscar la vida (3 a 1, 5 a 1, 10 a 1). Si consideramos que el gabinete de Obama está practicamente configurado por presión del lobby sionista americano y consideramos también que el que preside la FED es Ben Bernanke (quien dijo en su día que si hacía falta tiraría dólares desde un helicóptero) y que la misma FED ya no publica desde hace unos años su índice de masa monetaria (es decir, cuántos billetes imprimen), te darás cuenta de que las tesis que afirman que antes de que el Imperio se caiga, lo tumban al dólar desde adentro...son más que preocupantes. Los perjuicios de esto se verán en la sociedad yanqui, pero mayores y catastróficos se verán en el resto del mundo (totalmente dolarizado). Largo debate...
ResponderEliminar