El nuevo activismo
Para romper los muros hacen falta martillos bien sólidos, en cantidad y suficientemente grandes. En la arena del activismo pacifista y político esto se traduce de la siguiente manera: los martillos son las palabras (el lenguaje y la terminología utilizada) y las acciones, la cantidad está dada por el número de personas comprometidas y el tamaño está dado por iniciativas sorprendentes, extraordinarias, inéditas.
En torno al conflicto palestino hemos sido testigos de una iniciativa que cumplió con creces estas 3 características: la Flotilla de la Libertad.
Probablemente no seamos aún conscientes de la importancia histórica que ha tenido esta iniciativa humanitaria internacional, pero nos arriesgamos a decir que tras la misma podemos trazar un punto de inflexión a partir del cual el cronómetro vital del sionismo empezó su cuenta regresiva.
En efecto, aquella fue una acción de envergadura y repercusión tal (lamentablemente con 9 compañeros asesinados) que ha establecido un antes y un después en los métodos del activismo político pacifista de los últimos 40 años (por lo menos). Sin un solo tiro, más de 750 personas a bordo de un barco cargado de 10.000 toneladas de ayuda humanitaria y millones de voluntades y sueños dentro y fuera del Mavi Mármara, han puesto de manifiesto la verdadera cara del Estado de Israel a quienes todavía pretendían cerrar los ojos a una verdad criminal (mantenido velo propagado a través de los medios masivos de comunicación occidental durante más de 6 décadas).
¿Cómo ha sido esto posible? ¿Cómo el sionismo no pudo prever semejante iniciativa? Básicamente por dos razones bien fundadas: el sionismo se ha encargado (durante todo este tiempo y de manera eficaz) en secuestrar la ética mundial, propagar el anatema del antisemitismo y esparcir el complejo de culpa a todos los seres humanos del planeta instrumentalizando constantemente el Holocausto judío. Su verdadero gobierno en la sombra o “tercer Estado” (lobby sionista americano) se ha encargado de hacer y deshacer lo que le ha venido en gana desde sus centros de poder fáctico global, a fin de gestionar eficazmente esta política, que sumada a la impunidad flagrante en términos de legalidad internacional y derechos humanos (con la complicidad de un mundo a sus rodillas) ha posibilitado la inacción continua y resignación no menos preocupante de los actores políticos, organizaciones internacionales y movimientos sociales en Occidente.
Pero no ha sido capaz de ver que las sociedades son cambiantes, que evolucionan, que son dinámicas y que en el fondo de la sociedad civil más pura y desinteresada se estaba fraguando un nuevo método de hacer activismo que iba a romper con lo anterior a cuerpo descubierto y de manera organizada. Tampoco contaría con países emergentes de liderazgo mundial como Turquía que jugarían aquí un papel decisivo como actor estratégico político-diplomático capaz de enfrentar a un cómplice Occidente de igual a igual haciendo constar su poderío social, político, diplomático y económico. Mientras que hoy se consolida su Democracia.
Se pensaba hasta hoy que fuera del ámbito político y sin alianzas estratégicas, ninguna organización social y cívica podría llevar a cabo ninguna acción de relevancia. Se pensaba que sin pasar por las estructuras estructurantes de la clase política ninguna iniciativa podría llegar lejos o tener repercusión lo suficientemente importante. Se subestimó a la sociedad civil y se la tildó a toda ella como sociedad de la hiperrealidad, imposible de salirse de este círculo vicioso.
Y aquí estamos ahora, con decenas de iniciativas para romper el cerco a Gaza por tierra y por mar (faltará por aire). Cada día más gente se va sumando a esta ola de activismo pacifista internacional. Cada vez más gente va dejando atrás la alienación hiperconsumista que carcome cerebros y esclerosa huesos en este sistema-mundo que aprisiona cada día más y nos dice a miles de millones de seres humanos que sobramos (El Informe Lugano).
De ninguna manera. Vayamos todos Rumbo a Gaza. Rompamos todos los muros del silencio y la complicidad. Hagamos que nuestra vida tenga humano sentido…el único posible. Actuemos, actuemos, actuemos…
Fernando Casares
Completamente de acuerdo Fernando, con toda la Entrada pero especialmente con los tres ultimos parrafos, aunque aún queda mucho por hacer y mucha gente por movilizar porque desgraciadamente aún queda mucha gente que prefiere tener los ojos cerrados y como no va con ellos ni lo sienten tan cerca como si fuera en España pues prefieren mirar para otro lado ó regodearse en la impotencia de "yo no puedo hacer nada, que lo hagan los gobernantes...", pasivismo que a mí por lo menos me pone enferma porque por poco que podamos hacer siempre será mejor que cruzarse de brazos...
ResponderEliminarACTUEMOS, ACTUEMOS, ACTUEMOS
Hola María Jesús. Esta es una ola que se agranda en pleno movimiento. Mientras vamos avanzando, se van sumando. Pensemos en eso, en avanzar, no en que faltan por unirse. Si avanzamos, se unen. Si esperamos, no avanzamos, no se unen. Gracias por tus siempre atinados comentarios.
ResponderEliminarHola;
ResponderEliminarGracias Fernando y demás compañeros que mantenéis abierta esta ventana que rompe muros.
Estoy de acuerdo con tu artículo, sin duda es necesaria la acción en los términos que se ha planteado por la flotilla y ahora con "rumbo a Gaza"...es una prueba más de como la determinación de las buenas personas puede cambiar el rumbo de las cosas.
Veremos en cada rincón que puede hacerse y mientras cada uno empuja desde su lugar, quizá convenga irnos llenando de razones. Animandonos unos a los otros, con lecturas como esa que nos propones del "Informe Lugano" donde se nos advierte a la humanidad de los riesgos de la pasividad frente al "LOBBY SIONISTA JUDIO" verdadero poder en la sombra.
Los escritores, los poetas son necesarios para abrir caminos, nuestros hijos vivirán en un mundo mas justo en la medida que les pongamos en contacto con esos poetas que alumbran el camino
Saludos
Victoriano
Ahí, ahí. Gracias Victoriano por tus palabras justas y medidas. En eso estamos todos, tú desde hace muchos años. A caminar con la palabra y la acción pacífica. Pensamiento y acción se unen alrededor de la verdad y la justicia. Armando el futuro con un discurso coherente, cristalino, sincero y compacto. Lejos de las contradicciones a las que nos tienen acostumbrados en un lado y en otro. Vamos montando el método...
ResponderEliminarAh, saludo a los muchachos de Madriz, que como cada mañana están ahí al pie del cañon cumpliendo con su trabajo. Ya quedaremos, en el fondo nos queremos.