Hace 1 año escribía esta Nota para Manuel Tapial, Laura Arau y David Segarra... pero también para todos los demás compañeros que formaron parte de la ya histórica Flotilla de la Libertad. Cuando la leo nuevamente, me emociono. Se me estremece el corazón recreando aquel panorama, aquella noche fatídica y la angustia de no saber más de ellos ni adónde los llevaban, cómo estaban.
Dentro de unas semanas volverán a partir en la Flotilla de la Libertad II para llevar ayuda humanitaria y romper el bloqueo marítimo a Gaza que mantiene de manera ilegal el Estado de Israel. Un acontecimiento sin precedente y que merece todo nuestro elogio y profunda admiración. La sociedad civil organizada y en acción en nombre de la dignidad y la humanidad, no solo por la causa Palestina que desde hace 63 años precisa de nuestra urgencia. Nos representan como nadie en este mundo. Son una luz de esperanza que hoy se duplica y que no para de crecer. Como dijo Galeano en Plaza Catalunya "es en las tripas de este mundo que está pariendo el otro mundo posible". Arriba de esos barcos van una buena cantidad de personas que forman parte de ese otro mundo, con esa entrega, ese coraje, esa honestidad... esa dignidad.
Solo puedo enviaros un fuerte abrazo y mi más sentida admiración. Aunque parezca una contradicción per se, muchos creemos que la utopía existe, no solo para caminar como afirma el maestro uruguayo, también existe para reafirmarse, para decirle a este mundo perverso pero a la vez fascinante, que existimos, que aquí estamos, que cada día somos más y que no pararemos de luchar por nuestros sueños.
¡Hasta la victoria compañeros! Manuel, Laura, David, Manu, Dolors, Alejandro, María del Mar... y tantos, tantos otros compañeros y amigos que nos hacen ser mejores personas día tras día.
Yo sí delego... pero en gente como ustedes.
Se les quiere... y es preciso que lo sepan.
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Junio 2010
"Ustedes son la vanguardia de lo que queda de dignidad en Occidente", le dije a Manuel entre la preocupación y la esperanza. Era la noche del Domingo 31 de Mayo y se notaba que buscaba la tranquilidad entre la honda y constante preocupación: "difundid esto a los medios, nos están amenazando, nos quieren abordar en la noche y esto puede ser una masacre..."
Pensé que se trataba de una exageración o en cierta manera una táctica de comunicación a fin de armarse de un escudo mediático internacional que impida al 4º ejército más poderoso de la tierra mover ninguna ficha y dejar libre el paso por aguas internacionales y territoriales de Gaza.
Por momentos se perdía la comunicación en directo, entre tanta información cruzada y tanta pantalla abierta. Todos funcionábamos en nuestras casas como agencias de noticias de manera espontánea, natural, desorganizada. Compartíamos las últimas informaciones y las lanzábamos a la red para que esta última haga el resto, o llegue a ojos y oídos de algún político europeo.
Así lo hicimos miles, millones, desde diferentes puntos del planeta. Queríamos estar ahí con ellos. Queríamos decirles que nos sentíamos parte de la tripulación. Queríamos expresarles nuestra más sincera admiración por tan encomiable labor. Queríamos decirles, sin decirlo explícitamente, que los queríamos, que no los dejaríamos, que todos eramos (somos) palestinos y parte de la misma familia, del mismo clan.
Empezó a llegar la medianoche y con ella la soledad. Sin embargo muchos aún nos quedamos expectantes, esperando retomar comunicación directa, esperando una señal que nos arroje luz sobre tan siniestra sombra asesina acechando, amenazando, chantajeando, tergiversando...haciendo lo que siempre ha hecho y hace con total impunidad.
Y fue a las 4 de la mañana en España cuando nos enteramos de los primeros asesinados. El silencio fue tétrico, el alma se nos caía al suelo. Ida Lamia nos informaba de todo con una eficiencia deslumbrante. Estaba en comunicación directa con Teresa, una compañera en Turquía que tenía información en vivo sobre la situación en el Mavi Marmara. Las horas pasarían entre la desesperación, la incomunicación y la angustiante incertidumbre. Turquía salía inmediatamente a las calles en medio de una Europa que dormía y unos pocos alucinados que no podíamos dormir. Entre frases congeladas en el tiempo e imágenes estáticas que mirábamos una y otra vez con angustia y tristeza, llegó la mañana y con ella las primeras informaciones de los grandes medios masivos. Se ponía en marcha la máquina de respuesta diplomática y política. Tibia, pero no indiferente. Y con dignas excepciones en Turquía, Nicaragua y Venezuela.
Lo demás ya lo sabéis.
Escucho a Manuel, a Laura y a David en Estambul denunciar y decir que volverán en otro barco desde Barcelona y me acuerdo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo: la batalla que se pierde...es la que se abandona.
Desde luego, amigos, sois verdaderos héroes, esos de carne y hueso, esos que sienten y lloran, esos que son valientes, esos que saben luchar por una justicia universal y se alejan de la ficción de plástico y papel de las fábricas del ocio nacidas en las entrañas del Imperio.
Porque ustedes lo saben, como lo sabemos todos. Habéis visto de cerca la muerte, habéis visto de cerca al sionismo en acción asesina y brutal, como vanguardia del imperialismo en su versión más radical y que sólo desde la psiquiatría se puede intentar explicar, aunque nunca perdonar, ni olvidar.
Ustedes hacen de este mundo un mejor lugar...
Ustedes hacen que nuestros hijos tengan motivos para soñar...
Fernando Casares
casares.fernando@gmail.com
Fernando he intentado dejar un comentario antes pero despues de tardar mucho me le ha borrado sin llegar a guardarse...Te le voy a enviar a tu correo electronico a ver si asi llega y si te parece le publicas como comentario segun te parezca, es que a veces me desespera Blogger....lo mal que funciona.
ResponderEliminarAbrazo